dimecres, 28 de novembre del 2012

Autoestima.

¿Por qué me haces siempre lo mismo? - el qué, te preguntarás- El hacerme sentir siempre inferior a ti, hacer notar en cada ocasión que tienes para remarcar que tú eres el listo y yo la tonta sólo porque estudié el bachillerato social y tú el científico. "Qui val, val i qui no al social" decías siempre con ese tono entre la burla y la soberbia, pero siempre rozando lo primero. Y, ¿sabes qué? Que sí, que te doy la razón en cuanto a que soy tonta. Soy tonta por dejar que te quedarás en mi vida después de soltarme cuatro palabras tontas para que me no me fuera. Y tonta de mí lo he seguido haciendo día tras días durante dos largos años. Sí, largos. Y digo largos porque han habido más discusiones que buenos momentos. Si te soy sincera, jamás saldrá de mi boca "ojalá no te hubiera conocido nunca" a no ser que esté cantando, entonces sí. Es más, le doy las gracias a quien tú y yo sabemos por hacernos conocer, por cruzarte en mi camino y yo en el tuyo. Mierda, ya lo he vuelto hacer. Te estaba odiando y, a medida que iba escribiendo, el odio a menguado hasta reducirse a cero. Supongo que tienes razón y no puedo odiarte pero ya sabes que me dan mucha rabias ciertas cosas. No sólo esto que, visto como quiera verse, parece algo infantil y, a quien lo vea así, puedo ponerle un ejemplo. Imagine en su mente un patio de primaria, con su arena para que los niños jueguen a hacer castillos durante la hora del patio, con las tres fuentes de colores que, además de ayudar a que los niños no se deshidraten, es el distintivo del colegio. Ahora ponga un poco más de atención a los niños que están jugando en la arena. Entre ellos, hay una niña gordita de mejillas sonrojadas y sonriente que sólo se lo está pasando bien hasta que la empiezan a insultar por tener un par de tallas más que los demás. Y digame, ¿cree que esto es infantil? ¿chiquilladas de niños pequeños? Supongo que si le parece que sí, que es una chiquillada sin importancia será porque usted formó parte de ese grupo de pequeños monstruos cuellicortos que se sentían mejor por el simple hecho de ver llorar a los demás. En cambio, si es usted uno de los agredidos psicológicamente durante su infancia, sabrá muy bien de qué hablo y sentirá el mismo dolor que estoy sintiendo yo ahora mismo con tansólo recordarlo.

Volviendo a ti, he de decirte que te echo de menos y que espero noticias tuyas pronto. Un beso. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada